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Kohelet Capítulo 7 - Malas Mujeres

Hasta ahora, Kohelet ha analizado los rasgos de carácter, las disposiciones y los comportamientos inquietantes de las personas (y, más raramente, los comportamientos dignos de elogio). Describe a los sabios, los necios, los pobres y los poderosos. Hacia el final del capítulo 7, sin matices ni deliberación, sin anestesia, Kohelet presenta una visión poco comprensiva e implacable de las mujeres, condenando prácticamente a todas:

(כו) וּמוֹצֶ֨א אֲנִ֜י מַ֣ר מִמָּ֗וֶת אֶת־הָֽאִשָּׁה֙ אֲשֶׁר־הִ֨יא מְצוֹדִ֧ים וַחֲרָמִ֛ים לִבָּ֖הּ אֲסוּרִ֣ים יָדֶ֑יהָ ט֞וֹב לִפְנֵ֤י הָאֱלֹהִים֙ יִמָּלֵ֣ט מִמֶּ֔נָּה וְחוֹטֵ֖א יִלָּ֥כֶד בָּֽהּ׃ (כז) רְאֵה֙ זֶ֣ה מָצָ֔אתִי אָמְרָ֖ה קֹהֶ֑לֶת אַחַ֥ת לְאַחַ֖ת לִמְצֹ֥א חֶשְׁבּֽוֹן׃ (כח) אֲשֶׁ֛ר עוֹד־בִּקְשָׁ֥ה נַפְשִׁ֖י וְלֹ֣א מָצָ֑אתִי אָדָ֞ם אֶחָ֤ד מֵאֶ֙לֶף֙ מָצָ֔אתִי וְאִשָּׁ֥ה בְכׇל־אֵ֖לֶּה לֹ֥א מָצָֽאתִי׃

(26) Ahora, encuentro a la mujer más amarga que la muerte; ella es toda trampas, sus manos son grilletes y su corazón es un lazo. Aquel que agrada a Dios escapa de ella, pero el que no le agrada queda atrapado por ella. (27) Mira, esto es lo que encontré, dijo Kohelet, elemento por elemento en mi búsqueda de la razón de las cosas. (28) En cuanto a lo que busqué más allá y no encontré, hallé solo un ser humano entre mil, y el que encontré entre tantos nunca fue una mujer.

¿Qué hacemos con este texto? Una vez más Kohelet nos desafía diciéndonos algo que no queremos escuchar. En otras oportunidades trajo metáforas o ideas incómodas que tenían un aprendizaje. En esta oportunidad nos presenta una descripción que nos incomoda mucho a todos.

Una buena noticia es que parecería que nos encontramos frente a otro momento de contradicción de las típicas de Kohelet. Porque en otro lado nos dice:

(ט) רְאֵ֨ה חַיִּ֜ים עִם־אִשָּׁ֣ה אֲשֶׁר־אָהַ֗בְתָּ כׇּל־יְמֵי֙ חַיֵּ֣י הֶבְלֶ֔ךָ אֲשֶׁ֤ר נָֽתַן־לְךָ֙ תַּ֣חַת הַשֶּׁ֔מֶשׁ כֹּ֖ל יְמֵ֣י הֶבְלֶ֑ךָ כִּ֣י ה֤וּא חֶלְקְךָ֙ בַּֽחַיִּ֔ים וּבַעֲמָ֣לְךָ֔ אֲשֶׁר־אַתָּ֥ה עָמֵ֖ל תַּ֥חַת הַשָּֽׁמֶשׁ׃

(9) Disfruta de la felicidad con la mujer que amas todos los días fugaces de la vida que te han sido concedidos bajo el sol, todos tus días fugaces. Porque eso es lo único que puedes obtener de la vida y de los medios que adquieres bajo el sol.

Si pensamos en la forma tradicional heredada que Kohelet es Salomón y que escribió entonces Proverbios nos encontraríamos en una mayor contradicción aún, puesto que escribió en Proverbios:

(י) אֵֽשֶׁת־חַ֭יִל מִ֣י יִמְצָ֑א וְרָחֹ֖ק מִפְּנִינִ֣ים מִכְרָֽהּ׃

"Una mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las perlas."

De todas maneras para Kohelet parecería que no vale mucho la pena buscar una mujer así porque en el fondo no puede ser hallada. Hay quienes leen detrás de estas ideas que estos textos obviamente están creados por hombres dentro de una cultura (¿muy diferente a la nuestra?) donde la mujer es etiquetada de ser una distracción. Por eso la Torá nos adelanta cuando establece las condiciones para un rey:

(יז) וְלֹ֤א יַרְבֶּה־לּוֹ֙ נָשִׁ֔ים וְלֹ֥א יָס֖וּר לְבָב֑וֹ וְכֶ֣סֶף וְזָהָ֔ב לֹ֥א יַרְבֶּה־לּ֖וֹ מְאֹֽד׃

"(17) Y no tendrá muchas esposas, para que su corazón no se desvíe; ni acumulará plata y oro en exceso."

Una de las interpretaciones por parte de los sabios es que la palabra matzá (encontrar) que aparece 5 veces en estos 3 versículos lo cual enfatiza la importancia de encontrar realmente una compañera digna para la vida (al menos hay 1 entre 1000). Pensemos hoy en día cuando uno de los principales problemas es la sobre abundancia de todo incluyendo parejas. Nos hemos acostumbrado a elegir tanto que eso hace que suframos más y lo mismo ocurre con el potencial de hombre y mujeres. Habiendo tanto para elegir (en el shtetl o el mundo pre-moderno esto no existía), muchos se preguntan: ¿habré elegido bien?

Erica Brown: "otra explicación de la repetición de "encontrar" es que en las relaciones no se trata tanto de encontrarnos a nosotros mismos sino donde nos ubicamos a nosotros mismos".

De todas maneras, el rezo al final de la Amida inspirado del Talmud de las palabras de Mar Ravina pide en el original por ser salvado de una mala mujer (aunque el texto original fue editado por los rabinos y en el sidur está incompleto):

אֱלֹהַי נְצוֹר לְשׁוֹנִי מֵרָע וּשְׂפָתַי מִדַּבֵּר מִרְמָה. וְלִמְקַלְ֒לַי נַפְשִׁי תִדּוֹם וְנַפְשִׁי כֶּעָפָר לַכֹּל תִּהְיֶה. פְּתַח לִבִּי בְּתוֹרָתֶֽךָ וּבְמִצְוֹתֶֽיךָ תִּרְדֹּף נַפְשִׁי. וְכֹל הַחוֹשְׁ֒בִים עָלַי רָעָה מְהֵרָה הָפֵר עֲצָתָם וְקַלְקֵל מַחֲשַׁבְתָּם: עֲשֵׂה לְמַֽעַן שְׁמֶֽךָ עֲשֵׂה לְמַֽעַן יְמִינֶֽךָ עֲשֵׂה לְמַֽעַן קְדֻשָּׁתֶֽךָ עֲשֵׂה לְמַֽעַן תּוֹרָתֶֽךָ. לְמַֽעַן יֵחָלְ֒צוּן יְדִידֶֽיךָ הוֹשִֽׁיעָה יְמִינְ֒ךָ וַעֲנֵֽנִי: יִהְיוּ לְרָצוֹן אִמְרֵי פִי וְהֶגְיוֹן לִבִּי לְפָנֶֽיךָ יְהֹוָה צוּרִי וְגוֹאֲלִי:

Dios mío, guarda mi lengua del mal y mis labios de hablar con engaño. Que mi alma no responda a los que me maldicen; y que mi alma sea como polvo para todos. Abre mi corazón a Tu Torá y que mi alma persiga Tus mandamientos. Y todos los que planean mal contra mí, rápidamente anula su consejo y frustra su intención. Actúa por el bien de Tu Nombre. Actúa por el bien de Tu mano derecha. Actúa por el bien de Tu santidad. Actúa por el bien de Tu Torá. Para que Tus amados sean liberados, salva con Tu mano derecha y respóndeme. Que las palabras de mi boca y los pensamientos de mi corazón sean aceptables ante Ti, Adonai, mi Roca y mi Redentor.

מָר בְּרֵיהּ דְּרָבִינָא כִּי הֲוָה מְסַיֵּים צְלוֹתֵיהּ אָמַר הָכִי: ״אֱלֹהַי, נְצוֹר לְשׁוֹנִי מֵרָע וְשִׂפְתוֹתַי מִדַּבֵּר מִרְמָה, וְלִמְקַלְּלַי נַפְשִׁי תִדּוֹם, וְנַפְשִׁי כֶּעָפָר לַכֹּל תִּהְיֶה. פְּתַח לִבִּי בְּתוֹרָתֶךָ, וּבְמִצְוֹתֶיךָ תִּרְדּוֹף נַפְשִׁי. וְתַצִּילֵנִי מִפֶּגַע רָע, מִיֵּצֶר הָרָע, וּמֵאִשָּׁה רָעָה, וּמִכָּל רָעוֹת הַמִּתְרַגְּשׁוֹת לָבֹא בָּעוֹלָם. וְכָל הַחוֹשְׁבִים עָלַי רָעָה מְהֵרָה הָפֵר עֲצָתָם וְקַלְקֵל מַחְשְׁבוֹתָם. יִהְיוּ לְרָצוֹן אִמְרֵי פִי וְהֶגְיוֹן לִבִּי לְפָנֶיךָ ה׳ צוּרִי וְגוֹאֲלִי״.

Cuando Mar, hijo de Ravina, concluía su oración, decía lo siguiente: Dios mío, guarda mi lengua del mal y mis labios de hablar engaño. A los que me maldicen, que mi alma permanezca en silencio y que mi alma sea como el polvo para todos. Abre mi corazón a Tu Torá, y que mi alma persiga Tus mitzvot. Y sálvame de un mal accidente, de la mala inclinación, de una mala mujer, y de todos los males que de repente sobrevienen al mundo. Y a todos los que planean mal contra mí, rápidamente frustra sus consejos y desbarata sus planes. Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean aceptables ante Ti, Señor, mi Roca y mi Redentor.

El texto del Tanaj inspiró a los rabinos posteriores del Talmud a sentir que sus problemas maritales eran algo que ya anticipaba la sabiduría antigua (recordemos que el Talmud también es un texto producido por hombres):

רַב הֲוָה מִיפְּטַר מֵרַבִּי חִיָּיא, אֲמַר לֵיהּ: רַחֲמָנָא לַיצְּלָךְ מִמִּידֵּי דְּקָשֵׁה מִמּוֹתָא. וּמִי אִיכָּא מִידֵּי דְּקָשֵׁה מִמּוֹתָא? נְפַק, דָּק וְאַשְׁכַּח: ״וּמוֹצֶא אֲנִי מַר מִמָּוֶת אֶת הָאִשָּׁה וְגוֹ׳״. רַב הֲוָה קָא מְצַעֲרָא לֵיהּ דְּבֵיתְהוּ, כִּי אָמַר לַהּ ״עֲבִידִי לִי טְלוֹפְחֵי״, עָבְדָא לֵיהּ חִימְצֵי. ״חִימְצֵי״, עָבְדָא לֵיהּ טְלוֹפְחֵי.

La Guemará cita más declaraciones con respecto a las esposas. Cuando Rav se despidió de su tío y maestro, Rabí Ḥiyya, al regresar de Eretz Israel a Babilonia, Rabí Ḥiyya le dijo: Que el Misericordioso te salve de algo que es peor que la muerte. Rav se quedó perplejo: ¿Hay algo que sea peor que la muerte? Fue, examinó las fuentes y encontró el siguiente versículo: "Y encuentro más amarga que la muerte a la mujer, etc." (Eclesiastés 7:26). Rabí Ḥiyya estaba insinuando este versículo, y de hecho, la esposa de Rav lo irritaba constantemente. Cuando él le decía: Prepárame lentejas, ella le preparaba guisantes; si le pedía guisantes, ella le preparaba lentejas.

Algo tan inconsecuente o poco importante como lo que le molestaba es que le preparaba otra comida puede ser la representación simbólica de algo más profundo. Recuerdo una pareja que se separó por ella decía que ella siempre apretaba la pasta de dientes en la mitad en lugar del fondo...claramente cualquier excusa es válida cuando uno ya no se lleva bien con el otro. Por eso Proverbios agregará:

(יג) הַוֺּ֣ת לְ֭אָבִיו בֵּ֣ן כְּסִ֑יל וְדֶ֥לֶף טֹ֝רֵ֗ד מִדְיְנֵ֥י אִשָּֽׁה׃

(13) Un hijo necio es una calamidad para su padre; El fastidio constante de una esposa es como el interminable goteo de agua.

Otro pasaje del Talmud muestra a un padre enseñándole a su hijo y entre los temas ofrece la idea -según algunos- de enseñar a limitar las expectativas de cómo será su matrimonio:

איני והא מקרי ליה רב יהודה לרב יצחק בריה (קהלת ז, כו) ומוצא אני מר ממות את האשה אשר היא מצודים וחרמים ואמר לו כגון מאן וא"ל כגון אמך מיתקף תקיפא עיבורי מעברא במלה

La Guemará se pregunta: ¿Es así? Pero, ¿acaso Rav Yehuda no le leyó una vez a su hijo Rav Yitzḥak el versículo: “Y encuentro más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es como lazos y redes” (Eclesiastés 7:26)? Y Rav Yitzḥak le dijo: ¿Como quién? Y Rav Yehuda le respondió: Como tu madre. La Guemará responde: Esto no es una contradicción. Es cierto que ella es difícil y se enoja, pero después se reconcilia, por lo que, en diferentes momentos, es tanto más amarga que la muerte como una fuente de calma y alegría para él.

Llegado a este punto muchos ya ofendidos podrán pensar "que se prepare su propio plato de lentejas". Sin embargo tenemos que una y otra vez ubicar estos textos en su contexto. Hubiera sido impensada ese pensamiento en el mundo antiguo. Pensemos que Aristóteles creía que el "hombre es superior a la mujer por naturaleza" y concluye que la mujer es más débil.

Llegado a este punto es cuando uno puede preguntarse para qué leer estos textos tan antiguos si al fin de cuentas ya no se condicen con nuestro mundo (no solo los bíblicos sino los griegos). Muchos hoy siguen a los estoicos y los consideran una fuente de inspiración. Sin embargo tenemos citas difíciles de ellos también:


Marco Aurelio: "Recuerda que la belleza es efímera, y lo que importa en una mujer es la virtud, la modestia y la obediencia."
Epicteto: "El papel de la mujer en la vida es cuidar del hogar, mientras que el del hombre es actuar en la esfera pública."

Muchos creen que los sabios reflexionaban a través de estos textos sobre el desencanto del amor en momentos difíciles:

ההוא דהוה קאמר ואזיל כי רחימתין הוה עזיזא אפותיא דספסירא שכיבן השתא דלא עזיזא רחימתין פוריא בר שיתין גרמידי לא סגי לן אמר רב הונא קראי כתיבי מעיקרא כתיב (שמות כה, כב) ונועדתי לך שם ודברתי אתך מעל הכפורת ותניא ארון תשעה וכפורת טפח הרי כאן עשרה

Había un hombre que decía sobre su matrimonio mientras caminaba: Cuando nuestro amor era fuerte, podríamos haber dormido en una cama del ancho de una espada. Ahora que nuestro amor no es fuerte, una cama de sesenta codos no es suficiente para nosotros.

Algunos sabios van a leer estos textos como una condena a un tipo específico de mujer y no a todas las mujeres. Metzudat David y Rashi al comentar sobre el pasuk de Kohelet dicen que se refiere a la mujer adúltera:

את האשה. רוצה לומר וזאת היא האשה המנאפת, אשר היא כלי צדייה לצודד נפשות הנפתים אחריה:

"Esta es la mujer. Es decir, esta es la mujer adúltera, que es un instrumento de caza para atrapar las almas de aquellos que se dejan engañar por ella."

אֲסוּרִים יָדֶיהָ. וּמִשֶּׁהֶחֱזִיקָה בְאָדָם, הֲרֵי הוּא כְנִקְשַׁר בְּקִשּׁוּרֵי עֲבוֹתוֹת:

Sus manos son como cadenas. Una vez que atrapa a un hombre, es como si estuviera atado con cuerdas gruesas.

El tropo literario de la mujer adúltera es incluso visto como una falencia del hombre imposibilitado de controlarse. En un pasaje largo y escrito en primera persona, el libro de Proverbios nos advierte del peligro de la mujer adúltera. Recordemos siempre que estos textos en su mayoría eran escritos por hombres para ser leídos entre hombres y considerando a la mujer como el objeto del peligro. Podemos usarlos para aprender de ellos sobre los peligros del adulterio y la prostitución sin tener que recurrir a la literalidad antigua de la mujer:

(ו) כִּ֭י בְּחַלּ֣וֹן בֵּיתִ֑י בְּעַ֖ד אֶשְׁנַבִּ֣י נִשְׁקָֽפְתִּי׃ (ז) וָאֵ֤רֶא בַפְּתָאיִ֗ם אָ֘בִ֤ינָה בַבָּנִ֗ים נַ֣עַר חֲסַר־לֵֽב׃ (ח) עֹבֵ֣ר בַּ֭שּׁוּק אֵ֣צֶל פִּנָּ֑הּ וְדֶ֖רֶךְ בֵּיתָ֣הּ יִצְעָֽד׃ (ט) בְּנֶֽשֶׁף־בְּעֶ֥רֶב י֑וֹם בְּאִישׁ֥וֹן לַ֝֗יְלָה וַאֲפֵלָֽה׃ (י) וְהִנֵּ֣ה אִ֭שָּׁה לִקְרָאת֑וֹ שִׁ֥ית ז֝וֹנָ֗ה וּנְצֻ֥רַת לֵֽב׃ (יא) הֹמִיָּ֣ה הִ֣יא וְסֹרָ֑רֶת בְּ֝בֵיתָ֗הּ לֹא־יִשְׁכְּנ֥וּ רַגְלֶֽיהָ׃ (יב) פַּ֤עַם ׀ בַּח֗וּץ פַּ֥עַם בָּרְחֹב֑וֹת וְאֵ֖צֶל כׇּל־פִּנָּ֣ה תֶאֱרֹֽב׃ (יג) וְהֶחֱזִ֣יקָה בּ֭וֹ וְנָ֣שְׁקָה לּ֑וֹ הֵעֵ֥זָה פָ֝נֶ֗יהָ וַתֹּ֣אמַר לֽוֹ׃ (יד) זִבְחֵ֣י שְׁלָמִ֣ים עָלָ֑י הַ֝יּ֗וֹם שִׁלַּ֥מְתִּי נְדָרָֽי׃ (טו) עַל־כֵּ֭ן יָצָ֣אתִי לִקְרָאתֶ֑ךָ לְשַׁחֵ֥ר פָּ֝נֶ֗יךָ וָאֶמְצָאֶֽךָּ׃ (טז) מַ֭רְבַדִּים רָבַ֣דְתִּי עַרְשִׂ֑י חֲ֝טֻב֗וֹת אֵט֥וּן מִצְרָֽיִם׃ (יז) נַ֥פְתִּי מִשְׁכָּבִ֑י מֹ֥ר אֲ֝הָלִ֗ים וְקִנָּמֽוֹן׃ (יח) לְכָ֤ה נִרְוֶ֣ה דֹ֭דִים עַד־הַבֹּ֑קֶר נִ֝תְעַלְּסָ֗ה בׇּאֳהָבִֽים׃ (יט) כִּ֤י אֵ֣ין הָאִ֣ישׁ בְּבֵית֑וֹ הָ֝לַ֗ךְ בְּדֶ֣רֶךְ מֵרָחֽוֹק׃ (כ) צְֽרוֹר־הַ֭כֶּסֶף לָקַ֣ח בְּיָד֑וֹ לְי֥וֹם הַ֝כֵּ֗סֶא יָבֹ֥א בֵיתֽוֹ׃ (כא) הִ֭טַּתּוּ בְּרֹ֣ב לִקְחָ֑הּ בְּחֵ֥לֶק שְׂ֝פָתֶ֗יהָ תַּדִּיחֶֽנּוּ׃ (כב) ה֤וֹלֵ֥ךְ אַחֲרֶ֗יהָ פִּ֫תְאֹ֥ם כְּ֭שׁוֹר אֶל־טֶ֣בַח יָבֹ֑א וּ֝כְעֶ֗כֶס אֶל־מוּסַ֥ר אֱוִֽיל׃ (כג) עַ֤ד יְפַלַּ֪ח חֵ֡ץ כְּֽבֵד֗וֹ כְּמַהֵ֣ר צִפּ֣וֹר אֶל־פָּ֑ח וְלֹא־יָ֝דַ֗ע כִּֽי־בְנַפְשׁ֥וֹ הֽוּא׃ (כד) וְעַתָּ֣ה בָ֭נִים שִׁמְעוּ־לִ֑י וְ֝הַקְשִׁ֗יבוּ לְאִמְרֵי־פִֽי׃ (כה) אַל־יֵ֣שְׂטְ אֶל־דְּרָכֶ֣יהָ לִבֶּ֑ךָ אַל־תֵּ֝֗תַע בִּנְתִיבוֹתֶֽיהָ׃ (כו) כִּֽי־רַבִּ֣ים חֲלָלִ֣ים הִפִּ֑ילָה וַ֝עֲצֻמִ֗ים כׇּל־הֲרֻגֶֽיהָ׃ (כז) דַּרְכֵ֣י שְׁא֣וֹל בֵּיתָ֑הּ יֹ֝רְד֗וֹת אֶל־חַדְרֵי־מָֽוֶת׃ {פ}

(6) Desde la ventana de mi casa, a través de mi celosía, miré afuera
(7) Y vi entre los simples, observé entre los jóvenes, a un muchacho falto de sentido.
(8) Estaba cruzando la calle cerca de su esquina, caminando hacia su casa
(9) Al anochecer, en las horas oscuras de la noche.
(10) Una mujer viene hacia él, vestida como una ramera, con intención decidida.
(11) Es bulliciosa e inquieta; nunca está en casa.
(12) Ahora en la calle, ahora en la plaza, acecha en cada esquina.
(13) Lo agarra y lo besa; descaradamente le dice:
(14) "Tenía que hacer un sacrificio de bienestar; hoy cumplí mis votos.
(15) Por eso he salido a buscarte, y te he encontrado.
(16) He adornado mi lecho con cobertores de lino teñido de Egipto;
(17) He rociado mi cama con mirra, áloes y canela.
(18) Bebamos hasta saciarnos de amor hasta la mañana; disfrutemos de un abrazo amoroso.
(19) Porque el hombre de la casa está ausente; se ha ido en un viaje distante.
(20) Se llevó su bolsa de dinero y no volverá hasta mediados de mes."
(21) Ella lo seduce con su elocuencia, lo desvía con su charla suave.
(22) Sin pensar, él la sigue, como un buey que va al matadero, como un necio que va a los grilletes para su castigo,
(23) Hasta que una flecha atraviesa su hígado. Es como un pájaro que se precipita en una trampa, sin saber que su vida está en peligro.
(24) Ahora, hijos, escúchenme; presten atención a mis palabras;
(25) Que su mente no se desvíe por sus caminos; no se extravíen en sus sendas.
(26) Porque muchos son los que ella ha herido de muerte, y numerosos son sus víctimas.
(27) Su casa es una autopista al Sheol, que conduce a las cámaras interiores de la Muerte.

(יד) שׁוּחָ֣ה עֲ֭מֻקָּה פִּ֣י זָר֑וֹת זְע֥וּם יְ֝הֹוָ֗ה (יפול) [יִפׇּל־]שָֽׁם׃

(14) La boca de una mujer prohibida es un pozo profundo; Aquel que está condenado por el SEÑOR cae en él.

(כז) כִּֽי־שׁוּחָ֣ה עֲמֻקָּ֣ה זוֹנָ֑ה וּבְאֵ֥ר צָ֝רָ֗ה נׇכְרִיָּֽה׃

(27) Una ramera es un pozo profundo; Una mujer prohibida es un pozo estrecho.

Pese a todas estas advertencias el hombre cae una y otra vez en la tentación del adulterio porque como dice también Porverbios:

(יז) מַֽיִם־גְּנוּבִ֥ים יִמְתָּ֑קוּ וְלֶ֖חֶם סְתָרִ֣ים יִנְעָֽם׃

(17) "Las aguas robadas son dulces, y el pan comido a escondidas es sabroso."

Según Erica Brown: "Estas representaciones extremas de la seductora deben estudiarse en paralelo con la mayoría de los aforismos en Proverbios que advierten sobre hombres malvados, perezosos y engañosos; tales hombres pueblan el libro con más atención de la que las mujeres reciben. Los hombres y mujeres en Proverbios no son reales; son caracterizaciones o artificios de comportamientos imperdonables que es mejor evitar."

El ejemplo quizás más paradigmático que no tiene equivalente masculino en la literatura del TaNaJ es el final de Proverbios:

(י) אֵֽשֶׁת־חַ֭יִל מִ֣י יִמְצָ֑א וְרָחֹ֖ק מִפְּנִינִ֣ים מִכְרָֽהּ׃ (יא) בָּ֣טַח בָּ֭הּ לֵ֣ב בַּעְלָ֑הּ וְ֝שָׁלָ֗ל לֹ֣א יֶחְסָֽר׃ (יב) גְּמָלַ֣תְהוּ ט֣וֹב וְלֹא־רָ֑ע כֹּ֝֗ל יְמֵ֣י חַיֶּֽיהָ׃ (יג) דָּ֭רְשָׁה צֶ֣מֶר וּפִשְׁתִּ֑ים וַ֝תַּ֗עַשׂ בְּחֵ֣פֶץ כַּפֶּֽיהָ׃ (יד) הָ֭יְתָה כׇּאֳנִיּ֣וֹת סוֹחֵ֑ר מִ֝מֶּרְחָ֗ק תָּבִ֥יא לַחְמָֽהּ׃ (טו) וַתָּ֤קׇם ׀ בְּע֬וֹד לַ֗יְלָה וַתִּתֵּ֣ן טֶ֣רֶף לְבֵיתָ֑הּ וְ֝חֹ֗ק לְנַעֲרֹתֶֽיהָ׃ (טז) זָֽמְמָ֣ה שָׂ֭דֶה וַתִּקָּחֵ֑הוּ מִפְּרִ֥י כַ֝פֶּ֗יהָ (נטע) [נָ֣טְעָה] כָּֽרֶם׃ (יז) חָֽגְרָ֣ה בְע֣וֹז מׇתְנֶ֑יהָ וַ֝תְּאַמֵּ֗ץ זְרוֹעֹתֶֽיהָ׃ (יח) טָ֭עֲמָה כִּי־ט֣וֹב סַחְרָ֑הּ לֹא־יִכְבֶּ֖ה (בליל) [בַלַּ֣יְלָה] נֵרָֽהּ׃ (יט) יָ֭דֶיהָ שִׁלְּחָ֣ה בַכִּישׁ֑וֹר וְ֝כַפֶּ֗יהָ תָּ֣מְכוּ פָֽלֶךְ׃ (כ) כַּ֭פָּהּ פָּֽרְשָׂ֣ה לֶעָנִ֑י וְ֝יָדֶ֗יהָ שִׁלְּחָ֥ה לָאֶבְיֽוֹן׃ (כא) לֹא־תִירָ֣א לְבֵיתָ֣הּ מִשָּׁ֑לֶג כִּ֥י כׇל־בֵּ֝יתָ֗הּ לָבֻ֥שׁ שָׁנִֽים׃ (כב) מַרְבַדִּ֥ים עָֽשְׂתָה־לָּ֑הּ שֵׁ֖שׁ וְאַרְגָּמָ֣ן לְבוּשָֽׁהּ׃ (כג) נוֹדָ֣ע בַּשְּׁעָרִ֣ים בַּעְלָ֑הּ בְּ֝שִׁבְתּ֗וֹ עִם־זִקְנֵי־אָֽרֶץ׃ (כד) סָדִ֣ין עָ֭שְׂתָה וַתִּמְכֹּ֑ר וַ֝חֲג֗וֹר נָתְנָ֥ה לַֽכְּנַעֲנִֽי׃ (כה) עֹז־וְהָדָ֥ר לְבוּשָׁ֑הּ וַ֝תִּשְׂחַ֗ק לְי֣וֹם אַחֲרֽוֹן׃ (כו) פִּ֭יהָ פָּתְחָ֣ה בְחׇכְמָ֑ה וְת֥וֹרַת חֶ֝֗סֶד עַל־לְשׁוֹנָֽהּ׃ (כז) צ֭וֹפִיָּה (הילכות) [הֲלִיכ֣וֹת] בֵּיתָ֑הּ וְלֶ֥חֶם עַ֝צְל֗וּת לֹ֣א תֹאכֵֽל׃ (כח) קָ֣מוּ בָ֭נֶיהָ וַֽיְאַשְּׁר֑וּהָ בַּ֝עְלָ֗הּ וַֽיְהַלְלָֽהּ׃ (כט) רַבּ֣וֹת בָּ֭נוֹת עָ֣שׂוּ חָ֑יִל וְ֝אַ֗תְּ עָלִ֥ית עַל־כֻּלָּֽנָה׃ (ל) שֶׁ֣קֶר הַ֭חֵן וְהֶ֣בֶל הַיֹּ֑פִי אִשָּׁ֥ה יִרְאַת־יְ֝הֹוָ֗ה הִ֣יא תִתְהַלָּֽל׃ (לא) תְּנוּ־לָ֭הּ מִפְּרִ֣י יָדֶ֑יהָ וִיהַלְל֖וּהָ בַשְּׁעָרִ֣ים מַֽעֲשֶֽׂיהָ׃

(10) ¡Qué hallazgo tan raro es una esposa capaz! Su valor es mucho más alto que el de los rubíes.
(11) Su esposo confía plenamente en ella, y no le falta nada bueno.
(12) Ella le hace bien, y no mal, todos los días de su vida.
(13) Busca lana y lino, y trabaja con manos dispuestas.
(14) Es como una flota mercante, que trae su alimento de lejos.
(15) Se levanta mientras aún es de noche, y provee alimento para su hogar, la ración diaria para sus criadas.
(16) Considera un campo y lo adquiere; planta un viñedo con el fruto de su trabajo.
(17) Se ciñe de fuerza y realiza sus tareas con vigor.
(18) Percibe que su negocio prospera; su lámpara no se apaga de noche.
(19) Pone sus manos a la rueca, y sus dedos manejan el huso.
(20) Tiende su mano al pobre, y extiende sus manos al necesitado.
(21) No teme por su hogar cuando nieva, porque toda su familia está vestida de escarlata.
(22) Ella se hace mantos; su vestimenta es de lino fino y púrpura.
(23) Su esposo es respetado en las puertas de la ciudad, cuando se sienta entre los ancianos de la tierra.
(24) Hace telas y las vende, y provee cinturones a los comerciantes.
(25) Está vestida de fuerza y dignidad; y sonríe ante el porvenir.
(26) Abre su boca con sabiduría, y su lengua enseña con bondad.
(27) Vigila la marcha de su casa, y no come el pan de la ociosidad.
(28) Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada; su esposo también la alaba:
(29) "Muchas mujeres han hecho el bien, pero tú las superas a todas."
(30) La gracia es engañosa y la belleza es vana, pero la mujer que teme al SEÑOR será alabada.
(31) Alábenla por el fruto de sus manos, y que sus obras la alaben en las puertas de la ciudad.​​​​​​​

Erica Brown

Michael Fox minimiza la severidad de las conclusiones de Kohelet al desestimarlas como bromas masculinas. Si bien Kohelet no "honra a las mujeres", en palabras de Fox, tampoco honra particularmente a los hombres.

Es posible que Kohelet no pretenda que sus comentarios despectivos se lean con demasiada gravedad. El tono irónico y mordaz de este pasaje, especialmente en la ironía autodirigida del v. 29, sugiere que no pretende dar a todas sus observaciones el peso de proposiciones filosóficas. Quejarse del otro sexo -en ambas direcciones- es un lugar común en las bromas, los chistes, las canciones populares e incluso en la literatura seria en todo el mundo.

Sin embargo, Fox añade un toque de apologética, al decir que nos sentimos insultados por estas palabras porque "nos preocupamos tanto por los miembros del sexo opuesto que nos sentimos tan fácilmente heridos y frustrados -y desconcertados- por ellos".

Claudia Camp, por el contrario, ofrece una manera de considerar el retrato negativo de las mujeres que hace Kohelet como un símbolo del atractivo de la cultura extranjera. Al comentar sobre la feminización de la sabiduría, Camp irónicamente ofrece una manera posible de entender la demonización de las mujeres: como encarnaciones físicas de la seducción de las culturas dominantes que tenían poder sobre los israelitas.

La feminización poética de la Sabiduría así se magnifica, por medio de alusiones metafóricas. Es una manera en la que cualquier persona o grupo puede tratar eficazmente con aquellos que tienen poder sobre ellos. Dada la verdadera falta de poder político en Judá en ese momento, la feminización de la sabiduría mejoró su capacidad de reflejar con precisión la situación del pueblo con respecto a sus amos extranjeros, al mismo tiempo que ofrecía una esperanza viable para un nuevo tipo de "poder" definido en términos de fe más que de política, y ubicado en el hogar más que en un gobierno nacional. La imaginería femenina media eficazmente la visión de Israel del gobierno universal de Dios con la propia estatura política disminuida de Judá".

En Kohelet, la poética feminización de la seducción insinúa las atracciones y seducciones de la Dama Sabiduría que alejan al lector de los valores judíos y de un estilo de vida recto y casto. Rashi también alude a una lectura de este tipo en otro de sus comentarios sobre Kohelet 7:26: “Y encuentro más amarga que la muerte: ¿Cuál es la más severa de las diez cosas duras que fueron creadas en el mundo?" El Talmud registra diez elementos fuertes del mundo que se deshacen secuencialmente entre sí. El último es la muerte; niega todo. "Y encuentro más amarga' y severa que ella, 'la mujer'; Esto se refiere a la herejía", dice Rashi y pone a las mujeres después de la muerte en forma secuencial, en línea con la declaración de Kohelet. Rashi aleja al lector de cualquier comprensión literal de la sexualización de las mujeres y ofrece en su lugar la seducción de la sabiduría griega. Sión es una mujer desamparada en Lamentaciones, la sabiduría es una mujer en Proverbios, y aquí en Eclesiastés, la herejía también es una mujer, una tentadora que genera deseo porque es a la vez similar y diferente al hombre en cuestión. El conocimiento griego, con su comprensión sofisticada del mundo y el énfasis en la majestad del cuerpo humano, atrapó a los eruditos judíos inocentes y curiosos y los redujo a la herejía. Puede ser esta misma tentación la que Kohelet critica en el capítulo 1: "Porque a medida que crece la sabiduría, crece la aflicción. Aumentar el conocimiento es aumentar el dolor" (Ecl. 1:18). Atraído por el estudio de toda la materia, un estudiante curioso puede encontrarse (matzá) de repente desafiado intelectual y religiosamente por un encuentro íntimo con una sabiduría extranjera, extraña y seductora que, si se deja llevar por su corriente magnética, puede derribar su vida espiritual. La sabiduría, enseña Kohelet, es como la mujer seductora. Tienta pero nunca queda satisfecha. La sabiduría tiene a sus amantes y sus trampas listas. Cataliza el deseo. Y puede ser brutal.

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